Por Carelis Marie Torres
La industria de las extensiones de pestañas crece a un ritmo acelerado. Seguramente has escuchado sobre este nuevo “trend’ de belleza y te gustaría intentarlo. Sin embargo, puede ser que todavía tengas dudas de si sería una buena alternativa.
Aquí te decimos cuales son los mitos y realidades de este nuevo proceso de belleza que ha llegado para quedarse.
El proceso no es doloroso – Por el contrario, es un proceso sencillo de 1 a 2 horas en el que podrás relajarte y coger un “lash nap” mientras tu lashista te pone abanicos de pestañas en cada uno de los vellos de tus pestañas naturales para darle volumen y realzar tu mirada.
No necesitas mascara – No se requiere añadir productos adicionales a tus extensiones de pestañas, lo que disminuirá el tiempo que te tardas en tu rutina de belleza y los costos asociados al uso de maquillaje. Las extensiones de pestañas están hechas de fibras de hilo sintético que las hacen súper suaves y ligeras y nunca pierden su rizo.
Las extensiones de pestañas se pueden mojar – La limpieza es una parte importante en el cuidado diario de las extensiones de pestañas ya que evita la acumulación de aceites naturales y residuos que puedan causar infección. Existen productos especiales para esto que son a base de agua y libre de aceites que se utilizan para remover el maquillaje.
Existen diferentes estilos de pestañas para cada forma de ojo – Las extensiones de pestañas están disponibles en una amplia variedad de longitudes, diámetros y rizos. El trabajo del artista de extensiones de pestañas es descubrir cómo crear el conjunto de extensiones ideal para cada cliente. Pide tu estilo favorito, desde un “look” natural con pestañas cortas y clásicas hasta un “look” dramático tipo “cat eye” con pestanas largas y voluminosas.
Así que si tu sueño es despertar con pestañas llenas, oscuras y plumosas que hagan que tus ojos sean el centro de atención, esta es tu mejor opción. “Go and get your lash game on, and always stay glam”.