Por Enrique A. Pasarell, MD, Cirujano Plástico
Previo a 1962 el aumento de senos era hecho con implantes de PVC o los implantes de IVALON. En ese año se aprobaron los implantes de silicona en consistencia de gel. En el 1992 el “Food & Drug Administration” (FDA), puso una moratoria a los implantes de silicona gel por una duda y ausencia de estudios epidemiológicos que demostraran la no-asociación de enfermedades del tejido conectivo. Luego de salir los resultados de estos estudios por fin el implante de gel fue aprobado nuevamente en el 2006. Irrespectivo de esto, la forma y si son de salina o gel, el aumento de senos sigue siendo una operación de alta aceptación con un grado de satisfacción altísimo en los pacientes. Como es natural cada forma de implante y las rutas para introducirlos (en la base del seno, periferia de areola o axila) todas tienen ventajas y desventajas que el paciente debe saber mediante orientación del cirujano plástico quien debe poseer el grado de certificación por el “American Board of Plastic Surgery” (ABPS).
El procedimiento es ambulatorio y el paciente suele reintegrarse a sus actividades normales en cinco días y hasta menos. Como toda cirugía hay potencial complicaciones que afortunadamente son pocas en manos de cirujanos plásticos competentes y hecha en centros con control de calidad regulada. Estas complicaciones y su corrección deben ser cubiertas minuciosamente por el cirujano. Si el seno está caído y el pezón está más abajo que el surco inframamario o doblez del seno hay que recoger el seno con cirugía de levantamiento que puede ser al momento de aumentarlo y muchos opinamos que es mejor en dos operaciones separadas. La verdadera desventaja del aumento de seno es la contractura del tejido de cicatriz normal que se produce alrededor y que puede endurecer el área. Normalmente un aumento de senos es útil de 10 a 15 años. En ese momento los implantes se pueden sustituir y quizás hacer otros ajustes necesarios. La incidencia del cáncer, la habilidad de poder lactar, la sensación del pezón, la detección del cáncer de mama no suele afectarse por la presencia de los implantes.
La reducción del seno es una operación que data cerca de 100 años que comenzaron. Desde el 1960 las reducciones de seno deben preservar la sensación del pezón, la habilidad de lactancia y por supuesto reducir y levantar el seno. La operación es algo más compleja que el aumento y la cirugía tarda más. Hay heridas que se camuflan bien alrededor del pezón y a lo largo del surco inframamario. La recuperación es más lenta, usualmente de dos a tres semanas para restablecerse al trabajo o estudios y seis semanas para deportes y/o ejercicios. De nuevo en la entrevista debe haber un tiempo adjudicado a un examen minucioso del seno, una explicación concisa de las potenciales complicaciones y no tanto poder ver un sin número de resultados espectaculares en fotografías. Existen alternativas quirúrgicas múltiples, pero no son necesariamente mejores. Lo importante es que la paciente reciba una orientación concisa y se sienta cómoda con el cirujano plástico.
