Con más de 20 millones de álbumes vendidos, Carlos Vives ha contagiado su alegría colombiana a miles alrededor del mundo. Su experimentación rítmica con el tradicional sonido de la cumbia y el vallenato le han convertido en uno de los rostros de la innovación musical en el panorama artístico latinoamericano. Así como por su música, el también actor y empresario es reconocido por su sonrisa y vivaracha manera de llevar la felicidad como bandera. Sobre el bienestar, la paz espiritual y la función social de su carrera artística comparte Carlos Vives con los lectores de BALANCE. Aunque has tenido la fortuna de viajar y vivir en distintos lugares, haber nacido y crecido en Colombia es una seña inequívoca de tu identidad.
Entonces, ¿cómo se define el “bienestar” desde tu comunidad?
El bienestar es lo que todos buscamos, para nosotros y para nuestra familia. En lugares con tanta desigualdad, a veces es como un privilegio. Pero siempre en mi comunidad de Santa Marta la gente encontró la manera de buscar bienestar. Desde la familia más humilde, el deporte, el bienestar, comer bien, comer pescado, en una región como la nuestra, siempre fue importante. El bienestar es algo que todos buscamos y que en mi pueblo siempre la gente ha encontrado. Es la manera para mantenerse bien y para ser feliz, que al final es la meta de todos. Antes de la música, empezaste tus estudios universitarios en medicina.
¿Hubo algo de esta experiencia que te animara a empezar el camino de wellness?
Mi papá era médico y, por supuesto, fue un ejemplo para mí. Cuando terminé de estudiar en el colegio quise hacerlo sentir bien intentando estudiar medicina y entré a los cursos de pre-médico. Me di cuenta que no era lo mío y que las artes me estaban llamando al teatro y la música. Pero, por supuesto, me crié con una familia donde el bienestar era el tema central y la importancia de conocer nuestro cuerpo, cómo funciona y cómo puede estar mejor y cómo uno puede rendir más. Como artista transmites mucha alegría con tu música, enseñando que la vida puede ser una gran fiesta.
¿Cómo haces para intentar mantenerte en un estado de felicidad y así manifestarlo en tu música?
Ha estado en mi naturaleza la alegría, tal vez, por el lugar donde nací, la gente con que me crié y la música que terminé haciendo, que son expresión de un pueblo alegre a pesar de sus dificultades. Y también a pesar del olvido, siempre está nuestra cultura, nuestra diversidad y la herencia de alegría de nuestro origen español, de nuestra cultura prehispánica, nuestra herencia africana y de todo lo que somos. Por supuesto, creo que todo esto está en mi naturaleza caribe, en mi naturaleza personal. Siempre he tenido la tendencia a que la vida sea alegre, sea sencilla, sea hermosa y valga la pena todo esto.
¿Tienes un mantra o una afirmación que utilices a diario?
Mantra, sí. Una persona me enseñó a siempre recordar cosas importantes. Dice: soy amor, soy salud, soy paz, soy alegría. Repetirse eso en los momentos difíciles, cuando te sientas mal, cuando tienes miedo, porque hay una enfermedad, siempre recordarse uno y repetir: soy amor, soy salud, soy paz, soy alegría. Creo en eso.
¿Tienes un ritual para empezar el día con una buena actitud?
Levantarme, hacer ejercicio, despejar la mente antes de ir a trabajar o de un compromiso, salir a correr, a brincar o una clase de boxeo, coger mucho aire antes de empezar el día. ¿Cómo haces para renovarte cuando estás cansado? Descansar y cambiar un poquito el panorama, hacer cosas sencillas, como ir a un parque, montar en la bicicleta y romper la rutina del trabajo. Conversar en una esquina, tomar el café con alguien, ocuparme de otras cosas me ayuda mucho a recargar. Pero hay un cargado que es impresionante y es estar un rato con los hijos. Los hijos son cargadores de energía y recuerdan a uno y devuelven a uno el poder del niño interior. Mantener un estilo de vida activo es importante para la salud.
Dicen que el bienestar se compone de la mente, el alma y el cuerpo.
¿Hay alguno al cual le prestes especial atención o intentas mantener un balance entre todos?
Todo está conectado. Muchas veces lo físico va a depender de que nuestra alma esté bien, de que estemos bien espiritualmente y de nuestro ánimo, no se puede ver de manera diferenciada.
¿Hay algún maestro, libro, o podcast que te haya impactado en los últimos años?
Sí. Me impresionó mucho Golden Circle de Simon Sinek, que es aparentemente un libro muy empresarial. Pero es un libro que permite que nos demos cuenta que cada proyecto de la vida al final está conectado con una razón de ser, con un sentido profundo. Y es que no somos lo que hacemos, sino la razón por la que hacemos las cosas.
¿Nos podrías compartir algún “breakthrough” positivo que hayas experimentado en tu vida como consecuencia de tu atención a tu paz interior?
No he sido una persona de imponerme muchos retos en la vida, pero sí de dejarme llevar por el corazón. Hay momentos en que la paz interior me ha ayudado mucho. Por ejemplo, estuve ocho años fuera de la industria, trabajando como siempre en las cosas que me gustan, pero no con una compañía de discos, había dejado de grabar. Al regresar había que presentar un álbum que fuera novedoso e impactante. Eso fue un reto que me puso la vida. Fue un momento muy especial porque al final uno siempre es uno y la vida siempre te va a dar la oportunidad de soñar más allá. Así nació un álbum que se llama “Corazón profundo”, nacieron canciones como Volví a nacer. Por supuesto, esto tuvo que ver con mi estado en ese momento, con la persona que llegó a mi vida y la paz que trajo, la tranquilidad, la esperanza y la fe. Producto de toda esa vivencia fue ese álbum, en el que hay varias canciones exitosas y que marcaron un recomenzar en mi carrera. Fundaste “Tras la perla” como parte de tu compromiso social con tu comunidad.
¿Cómo ha cambiado esta experiencia tu vida?
Ha cambiado mucho. Trabajo en el territorio donde nací, al que con el tiempo, la música y el trabajo, entendí de manera más profunda. Hoy trabajo para esa comunidad, desde diferentes frentes, para entender sus problemáticas, entender su diversidad cultural. Trabajamos con mucha pasión, con mucho amor, tratando de subsanar cosas que han estado históricamente en tanta desigualdad, en tanto olvido. Esto me ha marcado profundamente, ha dado una razón a mi trabajo.
Como artista tienes la capacidad de influenciar a muchas personas. ¿Hay algún mensaje particular que quieras transmitir?
En los diferentes momentos de mi vida he tenido claro que el trabajo que hacemos como artistas está vinculado a nuestra territorialidad, a nuestra gente. Cuando uno escogió el camino de la música, que yo escogí, ya estaba llamando la atención sobre nuestro territorio y de alguna manera estaba empezando a devolver todo lo que nuestra gente nos ha dado. Creo que es importante esa conciencia.
