Lcdo. Luis A. Caraballo Mattei, BSMMT, MED
Durante los pasados años la Tecnología Médica en nuestra sociedad ha sufrido grandes cambios y desafíos. Este buen profesional de la salud, que podemos describir como de paciencia infinita, meticuloso y de capacidad crítica, con mucha responsabilidad y consiente del trabajo que realiza con conocimiento de los aspectos e instrumentación de avanzada, imprescindible en la salud puertorriqueña. En fin, es un ser humano que demuestra la calidad de grandeza hacia lo que hace, cómo lo hace y hacia quién es dirigido.
Y aunque la sociedad desconozca en gran parte su función con claridad, de seguro han estado en contacto con un Tecnólogo Médico. Esta profesión es la que efectúa los trabajos experimentales y análisis de exámenes corporales de manera tal que aporten la información necesaria con exactitud y confiabilidad al médico para que el profesional de la salud diagnostique adecuadamente, permita evaluar la evolución de una enfermedad durante el tratamiento y puedan ser utilizados como medida preventiva para conocer el estado de salud de los individuos además de detectar precozmente alguna alteración patológica.
En este rol, el profesional de Tecnología Médica es de gran importancia para nuestra sociedad, pero no solamente se desenvuelve en el área clínica directa al paciente, sino que el competido mercado global en que se encuentran los laboratorios clínicos privados o públicos, llevan a este científico de laboratorio a desempeñarse en distintas facetas dentro del campo laboral, tales como: Investigaciones recientes y de avanzada dentro de las industrias farmacéuticas, en el área de la educación; como profesores universitarios y/o investigaciones, en ventas y consultoría en el área de la salud, gerenciales, entre otras. Todas estas, llevan a este profesional de la salud a estar en continuo desarrollo cognoscitivo para ofrecer siempre lo mejor de sí ante la sociedad puertorriqueña, pero a la misma vez transformándose socioeconómicamente debido al vertiginoso proceso de poco reconocimiento de la profesión en nuestra era que ha sido provocado en gran parte por las diferentes empresas y/o profesiones de salud y su reñida lucha por sobrevivir. Ante estos retos, el Tecnólogo Médico debe ser audaz y decidido a utilizar el arma poderosa de la comunicación para poder defender y velar por los mejores intereses de la profesión.
Se tiene que mover el árbol, no para que se le caigan las hojas sino para recoger los frutos que esta grandiosa profesión por el transcurso del tiempo y como Colegiados en los pasados 50 años le ha brindado a la sociedad puertorriqueña en el campo de la Salud dentro de todas las áreas aplicadas.
La necesidad de educar al puertorriqueño sobre el particular es de suma importancia. Los Tecnólogos Médicos se esfuerzan para dar lo mejor de ellos no importa en las áreas que se encuentren laborando y siempre sin esperar nada a cambio deseando siempre que su recompensa sea el bienestar del paciente que recibió un diagnóstico/tratamiento certero por la calidad de los resultados entregados. Sin embargo, para lograr abundar y enriquecer los conocimientos de la importancia de la profesión; la propia tenacidad, voluntad, libertad, fuerza, dignidad, respeto, amor al prójimo, amor a la familia, y sobre todo en ayudar sin esperar nada a cambio para su propia satisfacción y realización como persona; son los mismos atributos que le darán la fuerza que tienen que ejercer para lograr su meta de obtener una eficacia en la comunicación tanto en el entorno empresarial, gubernamental, como social. Mahatma Gandhi decía y cito: “Sé el cambio que quieres ver en el mundo”.
Se necesita compromiso de todos los sectores; que envuelva liderazgo, ética, relaciones interpersonales, gerencia, entre otras. Un enfoque distinto, que requiere conocimiento y conceptos apropiados que irradien ideas, asuntos y enfoques nuevos que puedan integrarse para la obtención de una comunicación efectiva empresarial y profesional que vaya enmarcada con fines prácticos. Con esto se intenta conseguir que el Tecnólogo Médico obtenga el reconocimiento e importancia sobre su rol en la sociedad puertorriqueña que tanto queremos.
En este caminar y con muchos tropiezos; nuestra labranza, es la que habla y hablará de nuestros justos reclamos.
(El autor es Presidente del Capítulo Sur, del Colegio de Tecnólogos Médicos de Puerto Rico.)
