Por Vanessa Cruz Villegas, MD, Oftalmóloga
Sub especialista en enfermedades y cirugía de retina, mácula y vítreo
La retina es la parte del ojo que se encuentra en nuestro interior y parte posterior del ojo. Es una extensión del tejido neurológico y es la que recibe la información visual y la transmite al cerebro a través del nervio óptico como señales eléctricas para su interpretación. La macula es la parte central de la retina que es la responsable que podamos ver detalles, conducir, leer, etc. Hay enfermedades o condiciones que nos pueden afectar la retina en su totalidad, la retina periférica o solamente el área macular.
Si se nos afecta la retina periférica y la mácula no esta envuelta en el proceso nuestra visión sería como una visión de túnel. Si se afecta solamente la mácula nuestra visión periférica estaría bien pero nuestra visión central estaría afectada que podría alcanzar al grado de ceguera legal. Síntomas que podríamos experimentar y que ameritan un examen de retina son ver flotadores o moscas, luces o centelleos, experimentar distorsión, ver manchas o tener pérdida de visión central o periférica.
También todo paciente diabético, con historial de miopía alta, o historial familiar de alguna enfermedad de la retina como degeneración macular senil debe de tener un examen de retina anual, aunque no tenga síntomas. Luego de la evaluación de retina inicial se determina la frecuencia con la cual se debe de efectuar posteriormente el examen. Ver flotadores y centelleos son síntomas bien comunes. Eso ocurre debido a que una sustancia gelatinosa llamada el humor vítreo que está en la cavidad posterior del ojo se pone líquida con el pasar del tiempo y se va separando de la retina produciendo así lo que conocemos como un desprendimiento posterior del vítreo.
En estos casos es bien importante que el paciente acuda a su oftalmólogo para un examen de retina para descartar la presencia de desgarros, agujeros o desprendimiento de retina. Distorsión o ver las líneas horizontales o verticales onduladas podría indicar que hay acumulación de líquido, hinchazón, tracción o alguna membrana en el área macular. Una evaluación de retina determinaría la causa del síntoma y así como posibles alternativas de tratamiento.
Percibir manchas o áreas de pérdida de visión ya sea periféricas o centrales ameritan un examen de retina ya que podrían implicar la presencia de un desprendimiento de retina, lo cual es de suma importancia diagnosticarlo y tratarlo tiempo, como también podría ser debido a una oclusión vascular, degeneración macular húmeda o acumulación de líquido por otras condiciones.
La oftalmología es un campo de la medicina muy innovador y en el presente existen terapias para condiciones que antes no tenían alternativas de tratamiento. Por lo tanto, un examen de retina a tiempo logra que se pueda realizar un diagnóstico a tiempo. Esto es crucial para que el paciente obtenga una alternativa de tratamiento si lo amerita y pueda lograr mejorar o preservar su visión.