Por Dr. Pedro P. Páez González Medicina Interna
Hoy en día uno de los obstáculos con los cuales se enfrentan en el caminar por la vida, nuestros adultos mayores, es la falta de motivación, inspiración y soledad. Los adultos mayores, en muchas ocasiones, carecen de las herramientas necesarias para comenzar una nueva etapa en su vida y simplemente pierden el propósito de aquellas cosas que todavía les falta por cumplir o vivir. Cuando pierden el interés, propósito o determinación, podemos decir que han perdido ese motor que los ha movido por el mundo a través de los años.
A ese motor que los impulsa para poder lograr lo que tanto han deseado a través de su vida, le llamamos motivación. Ese impulso mental que da la fuerza necesaria para iniciar la ejecución de una acción y a su vez, ayuda a mantenerlos en el camino adecuado para poder alcanzar su finalidad. En el momento en que va perdiendo el propósito o la inspiración pueden ir apareciendo alteraciones en el estado de ánimo que pueden complicarle su cuadro de salud fisiológica.
Una de las enfermedades que altera el estado de ánimo, la concentración y el desempeño de una persona en su diario vivir, se llama depresión. Cuando explicamos dicho término, nos referimos a un trastorno en el ánimo que causa sentimientos de tristeza, pérdida, frustración y/o coraje, que muchas veces viene acompañado de falta de apetito, llanto constante, pérdida de sueño y cansancio. Estos cambios pueden interferir con la vida diaria de la persona y esto puede prolongarse por semanas o meses. Cabe señalar que la depresión en los adultos mayores, puede ser un problema generalizado, pero no necesariamente es parte normal de la etapa de envejecimiento.
Algunas personas pueden creer que tener depresión es normal en la medida que se va incrementando la edad, pero no es así. Algunos adultos mayores tienen más probabilidades que otros de padecer depresión, dependiendo de sus experiencias y sus historiales de salud física o mental. Algunas causas que pueden aumentar la probabilidad de que un adulto mayor padezca de esta enfermedad mental pueden ser: aquellos que han perdido a su pareja o están solteros, aquellos que no tiene amigos, hijos o familiares que los apoyen, aquellos que han perdido su independencia o no pueden cuidarse a sí mismo, aquellos que tienen condiciones críticas de salud o aquellos que ingieren excesos de bebidas alcohólicas o sustancias controladas.
La depresión, en los adultos mayores, es un motivo de preocupación. De no tratarse esta condición, puede durar hasta años y causar o empeorar el cuadro clínico con problemas graves de salud física o mental, incluyendo el aumento en la probabilidad de llegar a un intento suicida.
La depresión pudiera estar relacionada también con otros padecimientos a nivel fisiológicos, tales como: trastornos tiroideos, enfermedad de Parkinson, enfermedades del corazón, cáncer, accidentes cerebrovasculares y demencia, entre otros. Se recomienda que, si existen indicadores relacionados a una posible depresión, consulte a su médico para que pueda recibir una evaluación o examen físico, en donde se determinen o se descarten otros problemas fisiológicos de relevancia. Es importante que exista un tratamiento que ayude a evitar que ocurran cambios fisiológicos que empeoren el cuadro clínico y puedan aparecer otros tipos de enfermedades que compliquen la salud.
Envejecer es una parte natural de la vida, pero si se cuida bien el cuerpo, se maneja el estrés, se hacen ejercicios, se buscan motivaciones y se siguen los tratamientos médicos o psicológicos adecuados, puede ayudar a prevenir la depresión y a su vez otros problemas fisiológicos.