Por Frances Velázquez Feliciano
Alba Giselle Reyes Santos mejor conocida como Alba Reyes, la primera Miss Puerto Rico Universe negra en 2004, 2da finalista en Miss Universe 2004 y miss fotogénica en esa edición, también es abogada, empresaria, actriz, y madre. Es un placer tener su rostro en nuestra portada y hoy nos comparte cómo ha sido su vida luego de los certámenes, vivencias trágicas, emprendimientos, y retos en entrevista exclusiva para ustedes nuestros queridos lectores de Revista Balance: siempre resaltando la salud, moda y belleza.
Disfruten de sus palabras a continuación:
¿Qué fue lo más que te llevaste de la experiencia de Miss y cómo ha ayudado a tu vida a través de los años?
Fue una experiencia de mucho aprendizaje, crecimiento y de madurar mucho en poco tiempo. Creo que lo más que me ha ayudado en la vida ha sido a adaptarme, que no todas las experiencias son lo que esperamos, pero que siempre podemos crecer dentro de la realidad que se nos presenta. También, aprendí a no escuchar la opinión, ni los límites que otras personas nos imponen. Que con trabajo, dedicación y sacrificio podemos lograr cosas que mucha gente piensa que es imposible. Esa mentalidad se ha quedado conmigo y me ha ayudado a tomar decisiones y riesgos, pensando que soy capaz de lograr muchas cosas con limitaciones, o con pocos recursos, y que puedo hacer mucho sola.
¿Qué es lo más que disfrutas hacer hoy día?
Mi trabajo voluntario en las comunidades es lo más que disfruto y me llena. He tenido que parar por el COVID y luego el embarazo, pero es el trabajo más difícil que he hecho, pero también el que más me remunera personalmente.
¿Cómo te sientes en esta nueva etapa de embarazo y qué representa para ti este bebé arcoíris?
Mi embarazo no ha sido fácil por ser de alto riesgo, y por mi experiencia pasada. Ha sido una mezcla de emociones. Confieso que ha sido estresante y lleno de miedos. Pero este bebé arcoíris ha sido sencillamente un milagro, es la única manera de describirlo. Creo que viene con un propósito bien grande a mi vida y a este mundo.
¿Cómo has logrado sobreponerse de todas las adversidades por las que has pasado?
No ha sido fácil, no es fácil. Uno nunca se sobrepone por completo, no hay una varita mágica que borre las experiencias, el dolor, tampoco es un proceso lineal. Algunas veces hay momentos difíciles que nos llevan casi al principio. Sencillamente es un trabajo constante, se hace día a día, tratando de entender lo que siento, pienso, cómo las experiencias me han afectado y han cambiado quien soy. Ha sido volver a conocerme, a la nueva yo porque esas experiencias me han cambiado en muchos sentidos. Se aprende a vivir con el dolor, pero sin sufrimiento diario, se aprende a vivir extrañando, se aprende a vivir de nuevo. Y definitivamente buscar ayuda profesional ha sido clave, he trabajado la salud física, emocional y la espiritual, todo es un conjunto, con distintas herramientas para poder sobrellevar los eventos y sus secuelas, y sencillamente poder volver a vivir, sonreír, ser feliz a pesar de las experiencias traumáticas y las pérdidas. Aprender a vivir sin mamá, me ha costado y sobre todo ahora durante el embarazo me cuesta aún más. Se que la experiencia sería completamente distinta si ella estuviera conmigo. Por eso, hago énfasis en que el proceso para sobreponerse no es lineal, porque constantemente tenemos que enfrentar esa realidad y trabajar en cómo nos sentimos y cómo la enfrentamos para seguir adelante.
¿Qué representa para ti ser un ejemplo de superación para las mujeres que han pasado por situaciones difíciles como tú?
No me gusta verme como ejemplo, nunca me ha gustado. Creo que todos tenemos algo que aprender de las otras personas. Muchas personas y mujeres pasan por situaciones similares, en mi caso me toca hacerlo de una manera más pública. Lo que he intentado es utilizar mi plataforma para hablar de estas experiencias y realidades que no son bonitas, ni glamorosas, y tampoco son momentos de felicidad que es lo que acostumbramos a compartir sobre todo en redes sociales, para que así otras personas que atraviesan por situaciones similares vean que no están solas, que está bien a veces no estar bien o sentirse bien, que no todo en la vida es color de rosa. Pero precisamente que somos humanos, y que la vida de nadie es perfecta. Creo que esa presión con las redes sociales de vivir de cierta manera hace que muchas personas no compartan sus momentos difíciles o de vulnerabilidad, por miedo a ser malentendidos o juzgados. En ese sentido quizás lo que hago es dar visibilidad a esas situaciones, y demostrar que, aunque no es fácil podemos salir adelante, un día a la vez como siempre digo, con mucha empatía hacia nosotros mismos y nuestros procesos.
¿Cómo has creado un balance entre todas tus facetas? y ¿cuál disfrutas más y por qué?
Me gusta hacer distintas cosas, suelo aburrirme cuando hago lo mismo todos los días. Hacer “multitasking” me ayuda así que no me da trabajo conseguir ese balance para poder hacerlo. Hay dos cosas que me hacen sentir viva y feliz, estar frente a una cámara y hacer trabajo voluntario. Son dos cosas bien distintas y que llenan distintas áreas, pero son las que más disfruto porque cuando lo hago no siento que estoy trabajando porque son las cosas que me apasionan. Pero tener mi propio negocio, crear mi línea de cuidado de la piel, es algo que también me he disfrutado precisamente porque son cosas bien distintas así que son retos y a mí me gusta retarme a mí misma, aprender cosas nuevas, destrezas nuevas, independientemente del resultado uno puede decir que logró hacer algo por sí mismo desde cero y eso es un gran orgullo personal y profesional.
Planes futuros
Los planes futuros inmediatos son recibir a mi bebé y aprender a ser madre. Es una etapa completamente desconocida así que tengo mucho por aprender. En el aspecto profesional seguiré enfocada en cómo desarrollar mi tienda y la línea de productos de la piel que es mi otro bebé. Además, quiero retomar nuevamente el trabajo comunitario ahora que las cosas han vuelto poco a poco a la normalidad tras el COVID, formalizar la estructura de VIVA y terminar todos los procesos administrativos, para poder trabajar de manera independiente. Me he mantenido activa con la campaña de educación sobre salud mental y emocional con el Centro de Salud Conductual San Lucas en Ponce, y tenemos varios proyectos en los que estamos trabajando, para mi es bien importante poder seguir rompiendo estereotipos sobre la salud mental y emocional. Además de exhortar a las personas a buscar ayuda porque para mí ha sido clave en mi proceso de sanación.