Por Dra. Ana D. Finch Mateo M.D. Cardióloga Pediátrica
Siempre nos preocupa nuestra salud, especialmente cuando se nos menciona el corazón. Y si se trata de una madre con un recién nacido o un niño pequeño, al decirle que tiene un soplo, se asusta y piensa en lo peor para su niño y lo mismo pasa para los adultos. Los soplos cardiacos son sonidos producidos por el flujo de sangre acelerado y agitado, conocido también como sonido turbulento en el corazón. Esto puede presentarse en el nacimiento o en la niñez ,la mayoría son inocentes, congénitos (patológicos), o los adquirido, estos suelen desarrollarse más adelante en la adultez. Los soplos se escuchan por medio de los estetoscopios y se clasifican en los siguientes: inocentes, funcionales y patológicos (los congénitos). Nueve de cada diez niños va a tener un soplo cardiaco (estos son los inocentes).
Al escuchar el corazón, este emite dos sonidos: el primer sonido es producido por las válvulas atrio ventriculares (mitral y tricúspide) y el segundo sonido son por las válvulas semilunares (aortica y pulmonar). La mayoría de los soplos que se escuchan en los niños son funcionales o inocentes. Esto quiere decir que es un corazón normal, con función y anatomía normal pero la turbulencia de la sangre en el corazón produce ese sonido extra que escuchamos, que es el soplo inocente o funcional. El soplo funcional se escucha tanto acostado como sentado pero su intensidad varía con la posición, se puede escuchar tanto en estado normal o cuando el niño está enfermo, ya que su corazón late más rápido. Según va creciendo su intensidad va reduciendo y luego con el tiempo se deja de escuchar.
El inocente se escucha más fácilmente cuando hay una enfermedad o una condición (por ejemplo: anemia, catarro, etc.) y cuando el niño esta normal, se deja de escuchar. Debemos recordar que el corazón anatómico y funcional y anatómicamente es normal. Ahora vamos hablar de los soplos congénitos, este es debido a anomalías anatómica del corazón, donde uno de cada mil niños puede presentar esta anomalía al nacer. Muchas veces se puede escuchar al nacer pero la mayoría se empieza a escuchar más tarde en la vida. Estos soplos pueden tener varias presentaciones. Esta el niño que presenta cianosis (color purpura) y muchos que presentan al nacer, pero según va pasando el tiempo (a días o semanas) se empiezan a escuchar soplos. Al principio no solo se ve cianótico pero según va pasando el tiempo se le hace difícil alimentarse y se cansa fácilmente en la acción de chupar y se duermen rápido, respira rápidamente y la ganancia de peso es pobre. Por eso si vez que tu niño no gana peso adecuado, se cansa fácilmente chupando, es un bebe irritable y suda mucho cuando está chupando (en la alimentación) debe de ser evaluado por su pediatra para referirlo a un sub-especialista.
También hay otras condiciones congénitas del corazón que no presenta cianosis al nacer. Si se va a escuchar el soplo y pasa trabajo al respirar, se pueden cansar fácilmente causando que el recién nacido puede tener una pobre succión del seno y no gana el peso adecuado. Entre estas condiciones, encontramos los defectos atrio ventriculares, defectos ventriculares, ductos arteriosos coartación de la aorta, entre otros. Entre los defectos cianosantes tenemos la patología congénita que disminuye el flujo de sangre al pulmón como Atresia Tricuspidia, Atrecia pulmonar y Tetralogía de Fallot. También están los que tienen un flujo alto sangre al pulmón, como Trasposición de los grandes vasos, Truncus arteriosus y Retorno Anómalo Pulmonar, entre otros. Por eso cuando informan que tu niño tiene un soplo y no presenta ningún síntoma adicional hay que recordar que la mayoría son benigno y no interfiere con la vida y actividad de un niño. Un niño al que se le escucha un soplo debe de ser evaluado de su médico primario y este referirlo a un sub-especialista Cardiólogo Pediátrico donde lo evaluara con la radiografía, una placa de pecho para ver si el tamaño del corazón esta adecuado, un EKG para ver si hay anomalías en el ritmo o si el tamaño del corazón esta adecuado y al final un Ecocardiograma para confirmar la condición escuchada y poder dar el tratamiento adecuado según la condición.
Hay defectos congénitos que necesitan una intervención quirúrgica para poder llevar una vida lo más normal posible. No todos defectos congénitos necesitan cirugía. Están los soplos adquiridos que se ven más en la adultez. Aquí se pueden ver las estrechez de válvulas, como la válvula aortica, siendo la más común afectada, la cual se engrosa o se calcifica según va pasando la edad. Muchas veces en la edad avanzada necesita cirugía cardiaca. También podemos encontrar el prolapso de la válvula mitral que según va perdiendo la coaptación y va presentando más regurgitación de la válvula, la cual muchas veces necesitan, en caso severo, cirugía. Tenemos los que son producidos por infecciones, como es la fiebre reumática y condiciones del colágeno que afectan las válvulas. A diferencia de las condiciones anteriores, están pueden ser asintomática y con el tiempo presentar pobre tolerancia a la actividad física, fatiga al ejercicio y dolor de pecho, si presentan estos síntomas debería de ser evaluado por un Cardiólogo.
Por lo tanto, debemos recordar que los soplos tienen diferentes orígenes, en los niños siendo más común el inocente o funcional, donde nueve de cada diez niños se presenta un soplo durante su niñez. Debemos recordar que el niño va a tener una vida normal y hacer actividades normalmente. Todo paciente con un soplo congénito cianosante va a requerir una cirugía para poder llevar una vida lo más normal posible. Niños con soplo congénito no cianosante no siempre requerirá una cirugía pero si la mayoría de ellos. Por lo tanto, toda persona con soplo debe de ser evaluado por su médico primario y este referirlo, si es necesario, al cardiólogo, cuando no es un soplo normal. Recordar que los soplos funcionales son normales, mantener un peso adecuado, hacer actividad física, mantener una buena higiene dental para tener un futuro con bajas complicaciones cardiacas.
