Accidente cerebrovascular, todo lo que necesitas saber

Por Del Alba Medical Group

El accidente cerebrovascular (ACV) es un trastorno neurológico grave que ocurre cuando se interrumpe el suministro de sangre a una parte del cerebro, ya sea por una obstrucción (isquémico) o por la ruptura de una arteria (hemorrágico). A continuación, se explicará todo lo que necesitas saber sobre este trastorno neurológico.

¿Qué es un accidente cerebrovascular?

El ACV es un episodio en el que se produce una interrupción del suministro de sangre a una parte del cerebro. Como resultado, las células cerebrales no reciben el oxígeno y los nutrientes que necesitan para funcionar correctamente. Si la interrupción es prolongada, las células cerebrales pueden comenzar a morir, lo que puede llevar a consecuencias graves e incluso a la muerte.

Clasificación del ACV

El ACV puede clasificarse en dos tipos principales: isquémico y hemorrágico. El ACV isquémico se produce cuando una arteria que suministra sangre al cerebro se obstruye, por ejemplo, por la formación de un coágulo de sangre. El ACV hemorrágico se produce cuando una arteria se rompe y la sangre se derrama en el cerebro. Ambos tipos de ACV pueden tener consecuencias graves para la salud.

La prevalencia de los ACV: Una revisión de la incidencia, factores de riesgo y prevención

El ACV es una de las principales causas de muerte y discapacidad en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen alrededor de 15 millones de casos de ACV en todo el mundo, y aproximadamente un tercio de ellos son mortales. 

En los Estados Unidos, los ACV son la quinta causa de muerte más frecuente y la causa más común de lesión neurológica incapacitante en adultos. En Puerto Rico, se encontraron alrededor de 5.000 casos diagnosticados al año, de los cuales alrededor de 1.300 terminaron en fallecimiento.

Síntomas

Los síntomas del ACV se producen repentinamente e incluyen debilidad muscular, parálisis, pérdida o alteración de la sensibilidad de un lado del cuerpo, dificultad para hablar, confusión, problemas relacionados con la visión, mareos, pérdida de equilibrio y coordinación y, en algunos casos hemorrágicos, un dolor de cabeza repentino e intenso. 

Es importante recordar que los síntomas del ACV pueden variar según la zona del cerebro afectada y que cada persona puede experimentarlos de manera diferente.

Factores de riesgo

Los principales factores de riesgo modificables de ACV son los siguientes:

Hipertensión arterial: La hipertensión arterial, también conocida como presión arterial alta, es una afección médica en la que la presión en las arterias es demasiado alta. Esta afección es un factor de riesgo importante para ACV, ya que puede dañar las arterias y aumentar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos. Controlar la presión arterial es una forma efectiva de prevenir ACV.

Niveles altos de colesterol: El colesterol es una sustancia grasa que se encuentra en la sangre y es necesario para la función corporal normal. Sin embargo, niveles altos de colesterol pueden aumentar el riesgo de ACV. La dieta y los medicamentos pueden ayudar a controlar los niveles de colesterol y reducir el riesgo de ACV.

Diabetes: La diabetes es una afección médica en la que el cuerpo no puede producir suficiente insulina o no puede utilizar la insulina de manera efectiva. La diabetes es un factor de riesgo importante para ACV debido a que la resistencia a la insulina puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos. El tratamiento para la diabetes puede reducir significativamente el riesgo de ACV.

Consumo de cigarrillos: Fumar cigarrillos es un factor de riesgo importante para ACV, ya que el humo del cigarrillo puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos. Dejar de fumar es una forma efectiva de reducir el riesgo de ACV.

Obesidad: La obesidad, especialmente cuando el exceso de peso se localiza alrededor del abdomen, es un factor de riesgo importante para ACV, ya que puede aumentar la presión arterial y los niveles de colesterol en la sangre. Una dieta saludable y el ejercicio regular pueden ayudar a controlar el peso y reducir el riesgo de ACV.

Consumo excesivo de alcohol o drogas: El consumo excesivo de alcohol y drogas ilegales como la cocaína y las anfetaminas pueden aumentar el riesgo de ACV. Reducir o eliminar el consumo de estas sustancias puede ayudar a reducir el riesgo de ACV.

Falta de actividad física: La falta de actividad física es un factor de riesgo importante para ACV, ya que puede aumentar la presión arterial y el riesgo de obesidad y diabetes. El ejercicio regular puede ayudar a reducir el riesgo de ACV.

Consecuencias

Una de las consecuencias más comunes de un accidente cerebrovascular es la pérdida de la capacidad para controlar las funciones corporales, como las deposiciones y la vejiga. En algunos casos, esta pérdida de control puede ser permanente y requerir el uso de pañales y otros dispositivos para el manejo de la incontinencia.

También se puede desarrollar rigidez y espasmos musculares involuntarios, conocidos como espasticidad. Esto limita la movilidad, causando dolor y malestar, lo que afecta la capacidad de realizar actividades diarias como vestirse y comer.

Además, las personas que han sufrido un accidente cerebrovascular también pueden experimentar cambios emocionales, incapacidad para controlar las emociones, depresión o ansiedad. Estos cambios emocionales pueden ser difíciles de manejar y afectar la vida social y las relaciones personales.

Las consecuencias de un accidente cerebrovascular pueden variar en cada individuo de acuerdo a la gravedad del accidente cerebrovascular. La mayoría de las personas alcanzan su máximo punto de pérdida funcional inmediatamente después del accidente cerebrovascular. Sin embargo, en algunos casos, la pérdida funcional puede continuar durante días o incluso semanas después del evento.

En algunos casos es posible recuperar parte de la función perdida, ya que algunas neuronas lesionadas pueden recuperarse y el cerebro puede compensar las funciones perdidas mediante la plasticidad cerebral. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los efectos del accidente cerebrovascular pueden ser permanentes y que el proceso de recuperación puede ser largo y difícil.

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