LO QUE DEBE SABER ACERCA DE LA HELICOBACTER PYLORI

Por: Dr. Joel J. De Jesús Caraballo

Gastroenterólogo 

La Helicobacter Pylori es, probablemente, la infección bacteriana más común en el humano. La misma fue identificada por Robin Warren y Barry Marshall entre el 1979 y 1981, y ha sido desde entonces motivo de estudio en la medicina de hoy. Es una bacteria gramnegativa, identificada por su forma de bacilo flagelado. Se ha identificado su presencia en otros animales, incluyendo aves y mamíferos. 

Según estudios de la Universidad De Puerto Rico realizados por el Dr. González Pons y colegas en el 2018, la prevalencia en Puerto Rico (porcentaje de personas infectadas) se estima en un 33%, la cual es similar a la reportada en los Estados Unidos. Por el contrario, otros países latinoamericanos, como Costa Rica, alcanzan números de más de un 70%. 

Factores de riesgos descritos son la edad y el nivel de escolaridad. La forma en la cual se transmite incluye alimentos infectados, utensilios contaminados y el agua no potable. Esta bacteria se adhiere a la mucosa por medio de una enzima llamada adhesina y penetra la mucosa gástrica utilizando sus flagelos. H. Pylori produce una enzima llamada ureasa que transforma la urea en amoniaco y dióxido de carbono. El amoniaco neutraliza el ácido gástrico permitiendo que sobreviva en el ambiente ácido del estómago. Esta bacteria es la causa más común de gastritis en el mundo. La infección o colonización gástrica está asociada a varias condiciones, entre ellas: enfermedad de úlcera péptica, linfoma gástrico (MALT) y en algunos casos cáncer estomacal. 

Los síntomas de la infección no son específicos. La infección podría ser asintomática o llegar a presentar síntomas como malestar crónico abdominal, dolor en el abdomen alto, distensión abdominal, cólicos, pérdida de apetito, náuseas, mal aliento (halitosis) y, en algunos casos extremos, sangrado digestivo. 

Su diagnóstico se realiza de varias maneras: biopsia estomacal realizada por medio de endoscopia (inserción de una cámara en forma de tubo al estómago), prueba de sangre, también conocida como anticuerpos (IgG – para enfermedad remota y IgM – para enfermedad reciente de menos de seis meses), prueba de excreta, conocida como stool antigen y la prueba de aliento con urea breath test. La prueba sanguínea o anticuerpos antes mencionada sólo sirve para detectar enfermedad previa o exposición, pero no enfermedad activa estomacal.La infección puede ser tratada y eliminada de una manera eficiente en la mayoría de loscasos. Desafortunadamente, los antibióticos utilizados han perdido su eficiencia a través de los años, posiblemente por el uso desmedido de los mismos. La resistencia ante algunos de ellos puede comprometer la respuesta en algunos pacientes colonizados. Las terapias más recomendadas hoy en día incluyen una combinación de antibióticos como la tetraciclina, bismuto, metronidazol, biaxin y una medicina supresora de ácido (Omeprazole, Lansoprazole, Pantoprazole y otros). Esta se conoce como terapia cuádruple, con una eficiencia de entre 70 y 85%. Otras alternativas incluyen la utilización de la terapia conocida como secuencial. Esta incluye medicinas como Amoxil, Omeprazole, Biaxin y Metronidazol; se alternan en un periodo de catorce días. Terapias de rescate como Levaquin, y algunas nuevas como la recién aprobada Talicia (noviembre 2019), contienen el ingrediente Rifabutin en combinación.Las alternativas para confirmar la erradicación incluyen prueba de aliento con urea, pruebas de excreta y/o biopsia estomacal, siendo esta última reservada sólo para casos de sospecha de malignidad. De padecer de la condición o síntomas sugestivos, acuda a su médico y consulte acerca de los síntomas y alternativas para su tratamiento.

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