Por: Zuania Rosario Rodríguez, BS, MT (ASCP)
El virus respiratorio sincitial (RSV, por sus siglas en inglés) es un virus muy común, responsable de la mayoría de las enfermedades respiratorias en niños y adultos. Todos a lo largo de nuestras vidas podríamos padecer e esta enfermedad, pues se puede confudir con un resfriado común. Estas infecciones respiratorias van desde leves hasta serias, especialmente en bebés y para ciertos grupos de riesgo como lo son las personas de edad avanzada, personas con algún padecimiento serio con el sistema inmunológico débil. En infantes menores de seis meses de edad podría causar neumonía, bronquiolitis y hasta la muerte, ya que compromete su sistema
respiratorio.
Conozca
Su contagio es por medio de gota (estornudo o tos) y por contacto con superficies u objetos contaminadas. Durante los meses de otoño hasta la primavera son los meses de mayor incidencia del virus. Sin embargo, si el clima es propicio, este podría durar más tiempo.
Los síntomas más comunes en niños y adultos son similares a un catarro común: gotereo nasal, tos, malestar general y dolor de garganta y cabeza. En niños también puede haber fiebre, falta de apetito, silbido en el pecho y dificultad respiratoria. Estos síntomas suelen comenzar entre 4 y 6 días luego de haber entrado en contacto con el virus, y pueden durar desde unos días hasta semanas.
Trátese
La mayoría de las persona se mejorarán sin necesidad de tratamiento, pero si es un niño o un bebé menor de seis meses serán necesarios tratamientos respiratorios, medicamentos y hasta hospitalización. Si usted observa que su niño tiene estos síntomas y está experimentando dificultad respiratoria con fiebre alta y color azuloso en los labios y uñas, debe buscar ayuda médica. Recuerde mantenerse hidratado y alejarse de cosas que podrían agravar sus síntomas como lo es el humo del cigarrillo.
Su diagnóstico es casi siempre por los síntomas y un examen físico, pero existen pruebas sencillas para determinar si este es el virus que le aqueja. Son pruebas rápidas que utilizan las secreciones nasales del paciente y pueden estar listas en minutos. Estas pruebas suelen ser utilizadas cuando los casos de la enfermedad son graves o se sospecha de este virus en infantes, ya que se recomiendan solo para niños de menores de cinco años.
Prevenga
Cuando tosa o estornude siempre cúbrase la boca y la nariz. Lávese las manos con agua y jabón por espacio de 40 a 60 segundos o puede utilizar los desinfectantes de manos con alcohol. No comparta vasos o utensilios para comer. Donde haya niños limpie bien las superficies y juguetes, ya que en estos también se podría encontrar el virus. Por último, recuerde que los infantes siempre tendrán el mayor riesgo de contagio y de desarrollar la enfermedad en su forma más grave. Siempre siga las precauciones necesarias para prevenir el contagio.